¿Llevó el Proceso 28 de Febrero a una situación de crisis o conflicto en el Movimiento?

El Proceso 28 de Febrero supuso un desafío y una dura prueba para la unidad y la identidad de Hizmet como actor colectivo, y para la firmeza de su control sobre su cosmovisión. Sin embargo, el Movimiento supo responder positiva y pacíficamente, y mantener su coherencia en cada una de las esferas en las que ofrece sus servicios. Esta gravísima situación no consiguió iniciar la desintegración o fragmentación de Hizmet, ni causó ninguna fisura en su perímetro externo.