¿Tienden los participantes en el Movimiento a refugiarse en el grupo y romper sus relaciones con otros?
Al contrario de lo que sucede en las sectas, la cohesión del grupo no procede de la pertenencia al mismo. La pertenencia no es un fin en sí mismo; es decir, no se orienta hacia dentro sino al servicio de los demás, y mira siempre hacia afuera. La motivación y el estímulo encuentran su cauce en las redes relacionales y en los servicios ofrecidos altruistamente en compañía de otros. Esto es lo que vincula a unos individuos con otros.
Fethullah Gülen cita a menudo el proverbio turco: «Una persona debe estar entre la gente común como uno más, pero con la conciencia constante de estar con Dios y bajo Su continua supervisión». Esto significa vivir entre la gente, en medio de la multiplicidad y la diversidad. Por lo tanto, al contrario de lo que ocurre en las sectas, los participantes en el Movimiento prefieren estar con y vivir para la gente, y no evitan su compañía; no se refugian dentro de sí mismos ni rompen con sus asociados, ni cortan las relaciones con el exterior, ni renuncian tampoco a vías de acción valiosas y practicables.
Fethullah Gülen insiste en la interdependencia de las comunidades surgidas gracias a los medios modernos de comunicación y transporte, y en que el mundo se ha convertido en una aldea global. Enseña que cualquier cambio radical en un país no será determinado sólo por ese país, porque esta es una época de relaciones interactivas, de forma que las naciones y los pueblos se necesitan y dependen más unos de otros. Esta situación requiere cercanía y reciprocidad en las relaciones, los seres humanos deberían aceptarse unos a otros tal como son y buscar formas de convivir juntos. Las diferencias de creencia, raza, costumbres y tradiciones son una riqueza, y deben ser estimadas como un bien común mediante relaciones pacíficas y respetuosas.
Fethullah Gülen señala que «esta red de relaciones, que existe sobre la base del interés común, ofrece algunos beneficios para la parte más débil. Además, debido a los avances en tecnología electrónica digital, la adquisición e intercambio de información está creciendo gradualmente. Como resultado, el individuo adquiere mayor relevancia, y esto hace inevitable que los gobiernos democráticos que respetan los derechos personales acaben sustituyendo a los regímenes opresivos».
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